El célebre actor Matt Damon realizó una lectura de un escrito del historiador social estadounidense Howard Zinn durante un debate sobre desobediencia civil.
El escrito data de 1970, pero sigue siendo tan actual como entonces, por no decir, que es mucho más actual y urgente en los momentos actuales.
A continuación, ponemos algunos extractos del escrito, interpretado por Matt Damon, amigo personal de Zinn y de su familia…
Howard Zinn
La gente equivocada está en el poder; la gente equivocada está fuera del poder.
La riqueza en este mundo está repartida de tal manera, que para solucionar el problema, no se requiere de una pequeña reforma, sino de una reforma drástica.
Dicen que nuestro problema es la desobediencia civil…pero el auténtico problema es la obediencia civil.
El problema real es que tanta gente de todo el mundo, está obedeciendo los dictados de sus gobiernos y van a guerras donde son asesinados a millones, a causa de esa obediencia.
Reconocemos esa obediencia cuando miramos a la Alemania nazi, donde la gente obedeció a Hitler; o cuando observamos la Rusia de Stalin, donde la gente obedecía, o cuando recordamos la edad media, cuando la gente era explotada por el feudalismo.
Ahora tenemos la civilización occidental, donde impera “la ley”.
Pero en realidad, el “imperio de la ley” no es más que regularizar y maximizar la injusticia que ya existia antes del “imperio de la ley”.
En eso consiste realmente “el imperio de la ley”.
En la mayoría de los países del mundo, el “imperio de la ley” significa la adoración de los líderes y una plaga para el pueblo.
Debemos trascender todas esas fronteras en nuestra forma de pensar.
Por ejemplo, Nixon y Brezhnev tenían mucho más en común el uno con el otro, que lo que cualquier ciudadano norteamericano en común con el propio Nixon.
J Edgar Hoover, tenía mucho más en común con el jefe de la policia secreta soviética, que lo que tenía en común con cualquier ciudadano norteamericano.
Es la dedicación internacional al orden y a la ley lo que convierte a todos los líderes del mundo en una banda de camaradas.
Miradlos cuando se juntan: sonríen, se dan la mano, fuman cigarros todos juntos; se gustan los unos a los otros, independientemente de lo que digan.
¿Qué estamos tratando de hacer?
Lo que queremos es retornar a los principios y propósitos de la declaración de independencia de EEUU.
Esta vez es la resistencia contra la autoridad ilegítima y contra las fuerzas que privan al pueblo de su vida, su libertad y su derecho a perseguir la felicidad.
Es urgente acabar con esta forma de gobierno y volver a los principios de la declaración de independencia y ello implica que debemos salir de la ley, dejar de obedecer las leyes; esas leyes que nos ordenan matar, perder nuestra riqueza, o meter a gente en la cárcel por pequeñas ofensas mientras se saca de la cárcel a personas que han cometido crímenes enormes.
Mi esperanza es que este espíritu no solamente arraigará en este país (EEUU), sino en otros países, porque todos lo necesitamos.
La gente de todos los países necesitan el espíritu de la desobediencia al estado, que no es una cuestión metafísica, sino una cuestión de fuerza y riqueza y necesitamos establecer una interdependencia entre personas de países de todo el mundo, porque todos estamos luchando por la misma cosa”
Hace 45 años de este discurso, repetido por Matt Damon durante este debate y su mensaje sigue siendo plenamente actual.
No importa cuáles sean los nombres de los políticos que se mencionen en el discurso, porque el problema sigue siendo vigente y común a todos los países.
De hecho, el problema se ha agravado en las últimas décadas, sobretodo en algunos países que se autoproclaman democráticos.
¿Qué le sucedería hoy en día a Matt Damon en España si llamara a la desobediencia civil, a no obedecer las leyes del estado y mencionara en su discurso al rey de España de la forma en que los menciona Damon a través del escrito de Zinn?
Por culpa de no haber desobedecido cuando era el momento, estamos pagando las consecuencias y como más tardemos en hacerlo, peor será la situación…
Visto en : El Microlector
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