Estimados, hoy compartimos una experiencia que vivió una lectora de Despierta Cordoba, ella vive en traslasierras (Provincia de Córdoba). Sabemos que tanto en Córdoba, como Argentina y en prácticamente en todo el mundo, hay miles de personas con distintas experiencias. Esperamos que todos se animen a contarlas.
Aquí lo que nos conto Marcela:
Me contacto con Uds. para relatarles un hecho confuso que viví en septiembre del 2011, lo he comentado como algo anecdótico con dos o tres personas de mucha confianza.
Soy oriunda de Bs As hace casi tres años me radique en Traslasierra. Me considero una persona autodidacta de mente abierta, durante toda mi vida he tenido experiencias muy extrañas pero ninguna como las que le relato a continuación.
Durante un fin de semana me encontraba sola en casa, mi hijo se fue a dormir con un amigo, durante la noche me fui a dormir, mire una película y seguramente me quede dormida.
Mi siguiente recuerdo es abrir los ojos y encontrarme flotando situada encima de mi casa con mi cuerpo mirando hacia el cielo, era de noche y había algunas nubes, pero se veian las estrellas, por encima de mi distingo una nave negra en forma de V que estaba suspendida encima de mí, se confundía entre las nubes del cielo oscuro como si fuese medio transparente, tras unos segundos vi como se alejo rápidamente hacia el oeste sin emitir ningún tipo de sonido.
Un segundo después sentí mi cuerpo en mi cama, no podía moverme por más que lo intentaba, sentía que estaba totalmente paralizada y escuchaba un zumbido enorme en mi cerebro. Hice mucha fuerza para abrir los ojos y apenas pude entreabrirlos unos milímetros, me aterré al ver un ser translucido muy delgado y alto parado a los pies de mi cama observándome, podía ver a través de su cuerpo la tv que aparentemente deje encendida cuando me dormí. Tal fue mi susto que en mi cabeza gritaba, por favor no me lleves!!!, no sé porque pero esas fueron mis palabras, cerré los ojos fuertemente y empecé a rezar el padre nuestro, para cuando llegue al final pude sentir que ya podía moverme, me senté de golpe en la cama totalmente aterrada, prendí todas las luces, miré la televisión y estaba encendida tal cual la había visto cuando entreabrí los ojos eso me asustó más.
Mi sensación fue como si alguien hubiese entrado a mi casa, me sentí invadida, asustada, sin saber qué hacer, evalué si había sido un sueño, pero la hora, la oscuridad, las nubes, la tv, la geografía de la casa coincidían perfectamente con la realidad y no con un sueño. Durante varios días me costó dejar de tener miedo. Trataba de no prestarle demasiada atención, pero cada vez que lo recordaba tenía escalofríos del miedo que había sentido.
Unas semanas después mientras recordaba lo vivido, estaba junto a mis gatos y perros, los miraba descansar tranquilos e inmediatamente pude ver en mi cabeza que todo tenía sentido, comprendí la lógica de todo, mi sensación era exacta a la que viven diariamente todos los animales con los que los humanos experimentamos, comerciamos, maltratamos, etc.
Los extraemos de su medio ambiente los exponemos a situaciones estresantes y desconocidas, invadiéndolos, experimentando etc. Fue cuando entonces comprendí que no podía culpar a nadie por lo vivido, si realmente hay seres superiores a los humanos como seguramente están allí, no somos más que un eslabón más de la cadena, mientras sigamos torturando y maltratando a la naturaleza, estamos firmando nuestra aprobación para que puedan hacer lo mismo con nosotros.
Desde entonces recuerdo lo sucedido como una anécdota. Creo que fue mi mejor forma de procesarlo.
Tiempo después tenía una reacción alérgica en el cuero cabelludo que me daba picazón y un día mientras me rascaba pase la mano por mi nuca y me llamó la atención no sentir un pequeño bulto que tenía en mi nuca desde que era adolescente.
Me llamo la atención que después de más de 25 años desapareciese así. Todas las veces que me lo revisó algún médico le restaron importancia diciendo que era un absceso y nada más, como siempre los médicos jamás escuchan, porque no se de ningún absceso que dure 25 años. En fin es un dato más que sume a los hechos que sucedieron esa noche.
Espero que mi relato pueda servirles para tenerlo en cuenta con alguna otra experiencia que tenga puntos en común.
Atentamente.
Marcela
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