Los agujeros negros son hambrientos y, aparentemente, carecen de buenos modales. Un equipo internacional de astrónomos ha sido testigo de cómo un agujero negro masivo se traga toda una estrella y luego «eructa» un chorro de materia hacia el espacio.
La energía térmica liberada en este proceso sería igual a la que nuestro sol produciría en 10 millones de años. El agujero negro yace en lo que es el centro de la galaxia PGC 43234, a 300 millones de años luz de la Tierra.
Hasta ahora, los astrónomos solo tenían indicios de lo que ocurría cuando un agujero negro devora una estrella, pero nunca habían podido captar el proceso completo con sus instrumentos. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han tenido el privilegio de asistir por primera vez a ese espectáculo de principio a fin.
A finales de 2014, un grupo de astrónomos de la Universidad del Estado de Ohio casi logran llegar a tiempo a uno de estos «banquetes» espaciales, pero no lo captaron entero, y la ciencia solo podía teorizar sobre lo que ocurría. En esta ocasión han llegado justo a tiempo y han logrado medir mediante radiotelescopios todo el proceso.
El agujero negro absorbe la masa de la estrella, desintegrándola en el proceso. Inmediatamente después, el agujero emite un potente destello de rayos X y termina rodeado por una nube de gas y polvo de la propia estrella alrededor del horizonte de sucesos. El agujero negro de la galaxia PGC 43234 tiene una masa cercana a un millón de veces la de nuestro sol. No obstante, es solo un «peso ligero» de la familia de agujeros negros supermasivos.
Los agujeros negros pueden tardar millones de años en absorber estas nubes, pero el proceso de devorar una estrella es mucho más rápido y dramático.
«Este tipo de eventos son extremadamente raros. Es la primera vez que podemos verlo todo, desde la destrucción de la estrella, hasta el chorro cónico de material o jet. Hemos podido ver el fenómeno desarrollarse a lo largo de varios meses», explicó Sjoert van Velzen, de la Universidad Johns Hopkins.
El vídeo a continuación es una simulación artística que la NASA creó en octubre, y ha resultado ser muy fiel al proceso descrito por Sjoert van Velzen y su equipo. Es un espectáculo fascinante de ver.
Artículo publicado en MysteryPlanet
No hay comentarios:
Publicar un comentario