Un gato doméstico en Bélgica ha sido infectado con COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus que se ha estado propagando alrededor del globo, según anunció el Servicio Público Federal de Salud Pública (FPS) belga.
«Esta es la primera transmisión de humano a gato conocida de la nueva cepa del coronavirus.
Hace una semana atrás, el dueño de la mascota se contagió de COVID-19 y luego de regresar a casa de un viaje al norte de Italia, su gato comenzó a desarrollar síntomas como diarrea, vómitos y problemas respiratorios», dijo Steven Van Gucht, virólogo y portavoz de cuestiones sobre la pandemia en Bélgica.
El dueño, cuyo nombre no ha trascendido, envió muestras del vómito y heces del animal al laboratorio del Dr. Daniel Desmecht en la Facultad de Medicina Veterinaria de Lieja. «El gato se recuperó luego de 9 días», precisó Van Gucht. De acuerdo al experto, los gatos y los humanos parecen tener una «perilla» similar en la superficie de sus células respiratorias que permite al virus SARS-CoV-2 meterse.
En los humanos, los científicos han averiguado que el coronavirus se incrusta en una proteína receptora llamada ACE2, en el exterior de las célula respiratoria. Una vez dentro de ella, el virus secuestra cierta maquinaria para poder replicarse.
«La proteína ACE2 felina se asimila a su homóloga humana, lo que es probablemente el receptor celular usado por el Sars-CoV-2 para ingresar», explicó Van Gucht. Las únicas otras mascotas que se piensa han sido contagiadas con el nuevo coronavirus por parte de sus dueños, son dos perros en Hong Kong.
El primer can, un pomeranio de 17 años, arrojó un positivo débil tras someterlo al testeo correspondiente a finales de febrero.
Este murió a mediados de marzo, aunque se desconoce la causa exacta, ya que el dueño no permitió una autopsia. El segundo perro, un pastor alemán, dio positivo pero no mostró síntomas de la enfermedad.
Durante el brote de otros coronavirus, como el SARS, perros y gatos contrajeron el virus en niveles muy bajos, dijo la experta en salud animal Vanessa Barrs, al South Morning Post.
No ha habido reportes de mascotas pasando el virus a sus dueños humanos, y Van Guchtn resaltó que incluso la transmisión de humano-mascota no representa un camino significativo para la propagación viral.
«Pensamos que el gato es una víctima colateral de la epidemia en humanos y no juega un papel significativo en la propagación del virus», señaló.
Para probar definitivamente que el gato fue infectado con SARS-CoV-2, los científicos necesitarán una muestra de sangre para buscar los anticuerpos específicos generados como respuesta. Estos testeos tendrán lugar una vez que el animal deje de estar en cuarentena. Fuente: Live Science.
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