Fotografía de Alice Liddell por Lewis Carroll (1858).
Alicia Pleasance Liddell Hargreaves Taylor (Westminster, 4 de mayo de 1852 – Kent, 15 de noviembre de 1934), fue la cuarta descendiente del matrimonio formado por Henry George Liddell y su esposa Lorina Hannah.
Durante su infancia, Alicia fue amiga del reverendo Charles Dodgson, más conocido como Lewis Carroll, quien escribió para ella dos de los libros más influyentes de la literatura inglesa: Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí.
Alice y sus hermanas- Foto de Lewis Caroll
Charles Dodgson y Alicia Liddell se vieron por primera vez el 6 de marzo de 1856.
Desde entonces, Dodgson comenzó a llevar a Alicia y a sus dos hermanas Lorina y Edith, a varias salidas en barca y a picnics en los alrededores de Oxford. Dodgson solía entretener a las niñas contándoles fantásticas historias durante esas excursiones, excursiones de entre las cuales la más célebre es sin duda la del 4 de julio de 1862.
Fue ese día cuando, yendo en barca por el Támesis, de Oxford a Godstow, Alicia pidió a Dodgson que le contara un cuento, a ella y a sus dos hermanas. Mientras el reverendo Robinson Duckworth remaba, Carroll narró a las hermanas la fantástica historia de una niña que perseguía a un conejo a través de su madriguera y caía a un mundo de maravillas.
A Alicia le pareció que aquella historia era la mejor de todas las que había oído de boca del reverendo, y le pidió que se la escribiese.
Lewis Carroll – Alice’s Adventures Under Ground, the facsimile edition published by Macmillan in 1886 [1]
Dodgson tardó más de dos años en acabar el manuscrito y se lo regaló a Alicia en las navidades de 1864, acompañado por unas ilustraciones hechas por su propio puño. Un año después, la historia fue publicada por Alexander Macmillan, después de que los amigos de Carroll lo animaran a hacerlo. John Tenniel fue el encargado de realizar las estupendas ilustraciones para la edición.
Alice par John Tenniel
Biografía de: Lewis CarrollCharles Lutwidge Dodgson (Daresbury, Cheshire, 27 de enero de 1832 – Guildford, Surrey, 14 de enero de 1898), más conocido por el seudónimo de Lewis Carroll, fue un escritor británico, matemático, diácono anglicano y fotógrafo.
Los antepasados de Dodgson procedían principalmente del norte de Inglaterra, con algunas conexiones irlandesas. Conservadores y miembros de la High Church anglicana, la mayoría de ellos se dedicaron a las dos profesiones características de la clase media-alta inglesa: el ejército y la Iglesia. Su bisabuelo, llamado también Charles Dodgson, llegó a ser obispo; su abuelo, otro Charles, fue capitán del ejército y murió en batalla en 1803, cuando sus dos hijos eran todavía muy pequeños.
Charles nació en la pequeña parroquia de Daresbury, en Cheshire. Fue el tercero de los hijos del matrimonio Dodgson, y el primer varón.
Después seguirían ocho hijos más y, lo que resulta más insólito para la época, todos ellos —siete chicas y cuatro chicos— sobrevivirían hasta la edad adulta.
Cuando Charles tenía once años, su padre fue nombrado párroco de la localidad de Croft-on-Tees, en North Yorkshire, y toda la familia se trasladó a la espaciosa rectoría que sería la morada familiar durante los siguientes 25 años.El joven Charles inició su educación en su propia casa.
Las listas de sus lecturas conservadas por la familia, atestiguan su precocidad intelectual: a los siete años leyó The Pilgrim’s Progress de John Bunyan.
Se ha dicho que sufrió un trauma infantil cuando se le obligó a contrarrestar su tendencia natural a ser zurdo; no hay, sin embargo, ninguna evidencia de que haya sido así. Sí sufrió de un tartamudeo que tendría efectos perjudiciales en sus relaciones sociales durante toda su vida. También padeció sordera en el oído derecho a consecuencia de una enfermedad.
A los doce años fue enviado a una escuela privada en las afueras de Richmond, donde parece que se integró bien, y en 1845, fue trasladado a Rugby School, donde fue evidentemente un tanto infeliz, según él mismo escribió algunos años después de abandonar el lugar.
En 1856, Dodgson descubrió una nueva forma de arte, la fotografía, primero por influencia de su tío Skeffington Lutwidge, y más tarde de su amigo de Oxford Reginald Southey y del pionero del arte fotográfico Oscar Gustav Rejlander.
Lewis Carroll limpiando la lente de su cámara.
Fotografía de Oscar Gustav Rejlander
Dodgson alcanzó pronto la excelencia en este arte, que convirtió en expresión de su personal filosofía interior: la creencia en la divinidad de lo que él llamaba belleza, que para él significaba un estado de perfección moral, estética o física. A través de la fotografía,Carroll trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin sentimiento de culpa.
En su mediana edad, esta visión se transformó en la persecución de la belleza como un estado de gracia, un medio para recuperar la inocencia perdida. Esto, junto con su pasión por el teatro, que le acompañó durante toda su vida,habría de traerle problemas con la moral victoriana, e incluso con los principios anglicanos de su propia familia. Como anota su principal biógrafo, Morton Cohen: «Rechazó rotundamente el principio calvinista del pecado original y lo sustituyó por la noción de divinidad innata».
La fotografía le fue también útil como entrada en círculos sociales elevados. Cuando logró tener un estudio propio, hizo notables retratos de personajes relevantes, como John Everett Millais, Ellen Terry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tennyson. Cultivó también el paisaje y el estudio anatómico.
Dodgson abandonó repentinamente la fotografía en 1880. Después de 24 años, dominaba completamente el medio, disponía de su propio estudio en el barrio de Tom Quad, y había creado unas 3.000 imágenes. Menos de 1.000 han sobrevivido al tiempo y a la destrucción intencionada. Dodgson registraba cuidadosamente las circunstancias que rodeaban la creación de cada una de sus fotografías, pero su registro fue destruido.
Su obra fue reconocida póstumamente, junto a la de Julia Margaret Cameron, gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos del pictorialismo, así como al apoyo del Círculo de Bloomsbury, en el que se hallaba Virginia Woolf.
En la actualidad, es considerado uno de los fotógrafos victorianos más importantes, y, con seguridad, el más influyente en la fotografía artística contemporánea.