El incendio del circo de Hartford es uno de los peores de la historia de los Estados Unidos y sigue ocultando grandes misterios.
El misterio de la niña quemada en el circo Hartford
Sucedió en Hartford, estado de Connecticut, en los Estados Unidos. El jueves 6 de julio de 1944 fue un día terriblemente caluroso en Hartford y el circo más grande del mundo, el Ringling Brother Barnum and Bayley, abrió sus carpas a 8.000 personas de las que tres cuartas partes eran niños.
Trapecistas, payasos y entrenadores de animales desfilaron por sus tres pistas y dos escenarios seduciendo al público infantil que se resguardaba del sol abrasador bajo las lonas del circo. Éstas habían sido sometidas a un tratamiento de parafina diluida con tres partes de gasolina para ser resistentes al agua. Nadie sospechaba que aquella mezcla inflamable iba a ser trágica.
En efecto, en medio de la actuación del alambrista alemán, El gran Welenda, se oyó un grito aterrador: «¡Fire!» (fuego)». El fuego parecía haberse originado cerca del baño de hombres, pero cuando las llamas tuvieron contacto con la lona, impermeabilizada mediante la citada solución de parafina y gasolina, se extendió rápidamente por todo el circo.
La orquesta interpretó de inmediato "Stars and Stripes Forever", una señal pactada con los empleados del circo para advertir que algo iba mal. Ya era tarde. El público había entrado en pánico y se agolpaba en los vomitorios para tratar de salir, las llamas se extendían rápida y peligrosamente sobre sus cabezas llevándose consigo las sonrisas de 850 personas. Todo ocurrió en apenas 10 minutos.
La mayoría murió por la exposición al fuego y al humo, pero un número significativo murió pisoteado en las salidas a causa del pánico.
El balance final fue terrible. Pese a la labor de los empleados y servicios de emergencia, se contabilizaron 168 muertos y 682 heridos. También una docena los elefantes que hubo que sacrificar porque el fuego, había prendido en sus pieles provocando terribles quemaduras.
La mayoría murió por la exposición al fuego y al humo, pero un número significativo murió pisoteado en las salidas a causa del pánico. Los servicios de emergenica trasladaron los cuerpos sin vida hasta la morgue y allí se materializó un misterio que dura hasta el día de hoy.
Little Miss 1565
Se trata de la víctima más famosa del incendio: Una niña rubia que nunca fue identificada. Se la conoce como Little Miss 1565 (un nombre derivado del número que se le asignó en la morgue de la ciudad). Una pequeña que yacía bajo los escombros sola, sin un rasguño en su cara de porcelana, pero con su cuerpo reducido a cenizas. Nadie la reclamó, nadie la identificó. Su foto apareció en todos los periódicos de América, y se difundió su caso por radio y en los noticiarios. Nada.
De hecho, el debate sobre su identidad permanece hasta el día de hoy. Algunos creen que se trata de una niña de Hartford de seis años llamada Sarah Graham, mientras piensan que es Eleanor Emily Cook, una joven de Massachusetts. El detective Thomas Barber le dejaba flores dos veces al año y en cada aniversario los periódicos volvían a recordar: «Sigue el misterio de la niña que nadie reclama».
El indio fantasma
Otro misterio de la tragedia del circo Ringling es qué o quién causó el fuego. Los investigadores concluyeron que pudo ser causado por un cigarrillo, pero otros sospecharon de la participación de un pirómano.
De hecho, cinco años después de la tragedia, en 1950, se detuvo a Robert Dale Segee, por causar varios fuegos y terminó confesando ser el causante del fuego del circo. Segee era un adolescente en el momento del incendio del Ringling, sin embargo, explicó que su problema con el fuego se remontaba a su niñez cuando, a los seis años, un indio americano se aparecía en sus sueños y le invitaba a prender fuego.
Este joven de Circleville, Ohio, nunca fue juzgado por el incendio del circo. Fue trasladado al hospital estatal para el tratamiento de la esquizofrenia paranoide.
La empresa Ringling Brother Barnum & Bailey Circus tuvo que indemnizar con 5 millones de dólares a los supervivientes y familiares de las víctimas y varios de los organizadores fueron condenados por cargos de homicidio involuntario. Los misterios del circo Ringling siguen vigentes casi 76 años después.
Periodista y escritor
19 de Junio de 2020 (11:30 CET)