domingo, 15 de diciembre de 2013

El Laberinto de El Faiyum

En El Faiyun, sobre el Nilo, se levantan las ruinas de un antiguo laberinto construido por Amenemes III de la XII Dinastía en 1830 a.C. al sur de la piramide que lleva su nombre.

Reproducción de Athanasius Kircher del laberinto egipcio

Herodoto y Estrabón, los dos exploradores de la antigüedad, vieron en mejor estado de conservación que nosotros los restos de este edificio, del que hablaron en sus crónicas. Ocupaba una superficie de 60.000 metros cuadrados y tenía una estructura insólita, formada por una serie de locales independientes, distribuidos en tres o cuatro hileras y unidos entre si por un complejo sistema de corredores. En el centro del laberinto se levantaba al dios Serapis una estatua de tres metros de altura, tallada en una sola pieza.

La descritpción que hace Herodoto del Laberinto es la siguiente: "(Unos reyes de Egipto) Decidieron decidieron también dejar en común un monumento conmemorativo suyo, una vez tomada esa decisión, ordenaron la construcción de un laberinto, que se halla algo al sur del lago Meris, aproximadamente a la altura de la ciudad que se llama Cocodrilópolis: (...). Ya las pirámides eran, sin duda, superiores a toda ponderación y cada una de ellas equiparable a muchas y aun grandes obras, pero la verdad es que el laberinto supera, incluso, a las pirámides. 

Tiene doce patios cubiertos, seis de ellos orientados hacia el norte y los otros seis hacia el sur, todos contiguos, cuyas puertas se abren unas frente a otras, y rodeados por un mismo muro exterior.Dentro hay una doble serie de estancias -unas subterráneas y otras en un primer piso sobre las anteriores-, en número de tres mil; mil quinientas en cada nivel. Pues bien, nosotros personalmente pudimos ver y recorrer las estancias del primer piso y de ellas hablamos por nuestras propias observaciones; de las subterráneas, en cambio, tuvimos que informarnos verbalmente, pues los egipcios encargados de ellas no quisieron enseñárnoslas bajo ningún concepto, aduciendo que allí se encontraban las tumbas de los reyes que ordenaron el inicio de las obras y las d elos cocodrilos sagrados. (...) (Las salas de arriba) despertaban un desmedido asombro mientras se pasaba de un patio a las estancias, de las estancias a los pórticos, de los pórticos a otras salas y de las estancias a otros patios. 

El techo de todas esas construcciones es de piedra, al igual que las paredes; éstas, por su parte, están llenas de figuras esculpidas y cada patio se halla rodeado de columnas de piedra blanca perfectamente ensamblada. Contigua al chaflán en que acaba el laberinto se encuentra una pirámide de cuarenta brazas, en la que aparecen esculpidas figuras de grandes dimensiones; y hasta ella hay un camino subterráneo."

Otro historiador que describe el laberinto es Estrabón, muy similarmente a la forma en que lo hace Herodoto. Igualmente nos hacen una descripción del mismo Plinio el Viejo y Diodoro de Sicilia. Plinio el Viejo es el único que hace referencia a los subterráneos del laberinto relatando que eran "oscuras galerías con columnas de piedra, efigies de dioses, estatuas de reyes y todo tipo de repugnantes efigies".

Esta construcción, en egipcio se denominaba ‘Lapi ro hunt’, que significa ‘Templo a la entrada del lago’, de aquí proviene una teoría sobre el origen del nombre griego de ‘labyrinthos’.

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