En 2017, científicos de la Universidad de Hawái en Manoa vieron un enigmático cuerpo celeste que resultó ser el primer objeto interestelar conocido que atraviesa el Sistema Solar. Debido a su origen inusual, se ganó el nombre de Oumuamua, que en hawaiano significa "primer mensajero distante".
Los científicos chinos afirman que el misterioso asteroide Oumuamua es parte de un exoplaneta del tamaño de la Tierra que fue destruido por su estrella. Según el estudio publicado en la revista Nature, el planeta fue destrozado por las fuerzas de marea debido a su proximidad a la estrella.
Los investigadores dicen que durante dicho proceso, los escombros son expulsados al espacio interestelar. El Dr. Yun Zhang, autor principal del estudio, dice que esto puede explicar por qué Oumumua tiene aceleración no gravitacional.
"Si Oumuamua fue producido y expulsado de la manera que sugerimos, podría activarse un montón de hielo de agua residual durante su paso por el sistema solar. La desgasificación resultante provocaría aceleraciones que coinciden con la trayectoria de Oumuamua", escribió el Dr. Yun Zhang.
Los científicos dicen que el origen de Oumuamua puede explicar la forma alargada inusual del asteroide, mientras que los investigadores también dicen que el asteroide se derritió y se transformó en un objeto con forma de cigarro al pasar la estrella.
Según los científicos chinos, Oumuamua es solo la punta del iceberg y que más objetos interestelares pasarán a través de nuestro Sistema Solar. "El descubrimiento de Oumuamua implica que la población de objetos interestelares rocosos es mucho mayor de lo que pensábamos anteriormente.
En promedio, cada sistema planetario debería expulsar en total alrededor de cien billones de objetos como Oumuamua", dijo el Dr. Zhang.
El descubrimiento de Oumuamua en 2017 desconcertó a los científicos. Durante años, los investigadores han discutido sobre su origen.
Su superficie seca, forma y movimiento inusuales llevaron a los investigadores a suponer que el objeto celeste podría ser una sonda alienígena, mientras que otros han asumido que el objeto celeste es simplemente un cometa.
Su superficie seca, forma y movimiento inusuales llevaron a los investigadores a suponer que el objeto celeste podría ser una sonda alienígena, mientras que otros han asumido que el objeto celeste es simplemente un cometa.
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