Las ironías de la vida en su expresión más peligrosa… Una vista de Lyon, Francia, tomada el 6 de febrero de 2021, cuando el polvo del Sahara coloreaba el cielo de rojo. Crédito: Gautier Devoucoux. En 1960, Francia realizó pruebas nucleares en el desierto del Sahara.
Conocidas por el nombre en clave Gerboise Bleue, las pruebas incluyeron la detonación de cuatro bombas nucleares en Argelia en el transcurso de 14 meses.
Ahora, según reporta Euronews, las consecuencias de esas explosiones están regresando a casa, ya que los fuertes vientos estacionales transportan el polvo radiactivo del Sahara hasta Francia.
Afortunadamente, los expertos creen que el polvo es inofensivo, pero sirve como un recordatorio conmovedor del impacto duradero que la lluvia radiactiva puede tener en un área.
Consecuencias en el tiempo y espacio
Los poderosos vientos llevaron el polvo y las partículas del Sahara a la región francesa del Jura en febrero, convirtiendo brevemente la nieve en naranja.
Cuando se asentó, científicos de la Asociación de Francia para el Control de la Radiactividad en Occidente (ACRO) tomaron muestras, donde detectaron cesio-137, un subproducto de fisión nuclear emitido por las explosiones de Gerboise Bleue.
Foto del espectro resultante del análisis de polvo del Sahara por espectrometría gamma de alta resolución (GeHP).
El análisis radiológico permite identificar la presencia de cesio-137 (Cs-137) materializado aquí por su pico característico (en rojo).
Crédito: ACRO.
«Esta contaminación radiactiva, que viene de lejos, 60 años después de las explosiones nucleares, nos recuerda la contaminación radiactiva perenne en el Sahara de la que Francia es responsable», se lee en un informe de ACRO.
Asimismo, los expertos que estudian la radiación que viaja dicen que no representa una amenaza extraordinaria para las personas de la zona.
«Lo que en realidad nos expone más a la radiactividad es el radón natural que emana naturalmente del propio suelo», dijo a Euronews Pedro Salazar Carballo, químico de la Universidad de La Laguna.
Entonces, en cambio, el polvo radioactivo simplemente servirá como un recordatorio del costo que las explosiones nucleares causan en el planeta.
Fuente: The Byte. Edición: MP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario