El juez de la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISC), Reggie Walton, ratificó que las principales compañías telefónicas estadounidenses cooperaron con las agencias de espionaje cuando solicitaron datos sobre todos sus clientes.
En una misiva enviada a los líderes del Comité Judicial del Senado y publicada este martes, el magistrado Reggie Walton reveló que ninguna de las empresas telefónicas ni otras proveedoras de servicios en Internet se resistieron a cumplir con lo estipulado en la sección 215 de la Ley Patriota.
Esta normativa autoriza al Gobierno a apoderarse de la información en poder de esas compañías si se consideran relevantes para una investigación acerca de actividades terroristas.
Walton explicó detalles acerca de cómo los jueces de la FISC revisan las solicitudes de vigilancia que emite el Gobierno y admitió que en muy pocas ocasiones rechazan alguno de los casos.
El subdirector legal de la Unión Americana de Libertades Civiles, Jameel Jaffer, denunció que la carta de Walton demuestra que el marco legal para el espionaje doméstico está totalmente fracturado y los mecanismos para la protección contra ese tipo de abusos son totalmente ficticios.
Según Jaffer, los programas de vigilancia que han sido expuestos en las últimas semanas con un resultado real y directo de estos fallos sistémicos.
En junio pasado, la Casa Blanca defendió nuevamente su acceso de los registros telefónicos de millones de estadounidenses bajo la excusa “combatir el terrorismo y las amenazas a la seguridad” del país.
La administración del presidente Barack Obama se pronunció sobre el caso, un día después de que el diario británico “The Guardian” hiciera pública una orden judicial secreta del Gobierno estadounidense que, según la denuncia de Edward Snowden, permite a la NSA recoger datos de millones de estadounidenses que son clientes de la compañía telefónica “Verizon”.
El diario The Wall Street Journal informó, por su parte, que los agentes de inteligencia de EEUU no sólo tienen acceso a los registros de llamadas de Verizon, sino también a los de las otras dos mayores compañías telefónicas del país, AT&T y Sprint, y a información de proveedores de tarjetas de crédito.
Por medio de una disposición judicial, emitida el pasado 25 de abril, se exige a la compañía telefónica que facilite “de manera continua” y “a diario” a la NSA información de todas las llamadas de teléfono, tanto locales como internacionales, incluyendo números telefónicos, ubicación, hora y duración de las llamadas.
Esta denuncia dejó claro que bajo la administración de Obama se realizaron registros de las llamadas de todos los clientes de esa compañía, sin considerar primero si los autores de esas llamadas cometieron algún delito.
La FISC es un ente judicial secreto integrado por 11 miembros que valora de forma expedita los requerimientos que realizan las agencias de espionaje para vigilar a organizaciones o ciudadanos estadounidenses sospechosos de actividades de terrorismo, espionaje o de preparar y realizar ataques cibernéticos.
AT&T es la mayor compañía telefónica de Estados Unidos, con 107,3 millones de clientes de móvil y 31,2 millones a los que proporciona líneas de teléfono fijas. Verizon, por su parte, tiene 98,9 millones de clientes de móvil y 22,2 de fijo. Sprint tiene 55 millones de clientes en total, según datos oficiales citados por The Wall Street Journal.
PL / LibreRed
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